“Los niños que pasaban para ir a la escuela y gente particular siempre llegaban llenos de agua sucia por los charcos que se hacían en la calle”, recuerda Guadalupe Henríquez del cantón El Rancho de Garita Palmera, en Ahuachapán.
Sin embargo, esta situación la dejaron de vivir los habitantes de zonas aledañas debido a que el MOP intervino con balastado parcial de 2 kilómetros el camino que conduce desde La Hachadura hacia Garita Palmera.
La calle anteriormente era inaccesible tanto para los peatones como los conductores, ahora el tránsito es rápido y “los carros no se dañan como antes”, comenta Flor Aguilar, presidenta de la Asociación para el Desarrollo de la zona Sur de Ahuachapán (Adicos).
Aguilar destaca que el trabajo y lucha comunal junto al MOP hizo posible que la población de la zona se viera beneficiada con la mejora de la calle.