El Presidente de la República, Mauricio Funes y el Ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, dieron hoy la orden de inicio a las empresas constructoras contratadas para la construcción del Bulevar más esperado por los salvadoreños, Diego de Holguín, para que le entren de lleno a los trabajos que contempla el Tramo II, que se ha subdividido en Tramo II-A y Tramo II-B, ambos a construirse con una base de concreto hidráulico.
El banderillazo de salida se realizó en el punto de inicio del proyecto y contó con la participación de los Diputados de la Comisión de Obras Públicas, Transporte y Vivienda y de la Comisión de Hacienda y Especial del Presupuesto, el director del Observatorio Ciudadano, Jaime López, el representante de la firma internacional Casals & Asociados, Carlos Guerrero y el director de FUNDE, Roberto Rubio.
El martes 20 de diciembre, el MOP suscribió con las empresas: Constructora DISA S.A de C.V, a cargo del Tramo II-A, e Inversiones OMNI S.A de C.V, en Tramo II-B, el contrato que luego de la declaratoria oficial de orden de inicio, da luz verde a estas para el despliegue de maquinaria y personal y se comience la ejecución de esta emblemática obra.
Las empresas tendrán un año para entregar finalizado este bulevar de 3.9 kilómetros de longitud, que será la manera más fácil y rápida que tendrá el tráfico del occidente del país para entrar a San Salvador y viceversa, sin necesidad de pasar por Santa Tecla. De acuerdo a estudios de tráfico, por éste Bulevar estarán circulando diariamente más de 50 Mil vehículos, entre transporte particular, de carga y colectivo.
La obra toma relevancia ya que se ejecutará después de una serie de irregularidades que rodearon este proyecto que reñían con la legalidad y que llevo al abandono de la obra en noviembre de 2008, y después de tres licitaciones, con el Gobierno del Presidente Funes, de las cuales dos fueron declaradas desiertas.
El Tramo II de este proyecto se construirá a un monto total de 33 millones 13 mil 887 dólares, desglosado así: Tramo II- A, 17, 377,535.23 dólares, y el Tramo II-B, 14, 548,023.03 dólares. La supervisión para ambos tramos es de 1 millón 88 mil 328 dólares.
Esta obra, además de dar un impulso al desarrollo del país, generará cientos de empleos directos e indirectos y lo más importante es que al igual que en el Tramo I, poseerá para la circulación vehicular seis carriles de 3.65 metros de ancho cada uno, tres por sentido, hombros externos de 2.50 metros e internos de un metro y un separador central. Este tramo contará además con obras de paso, de drenaje mayor y menor, señalización vial y otras.
El Tramo II-A se subdivide en Sección I y Sección II. La I consiste en la complementación del Intercambiador del Bulevar Merliot (rampas de acceso) y la terminación del Tronco de la Vía desde el punto de empalme del Tramo I y II, hasta el paso deprimido de la Calle El Espino, con una longitud de 1.26 kilómetros, con tres carriles de circulación por sentido y un ancho de 3.65 metros cada uno. La Sección II, inicia al final de la sección I hasta la intersección con la Avenida Jerusalén e incluye la complementación del Intercambiador de la Avenida Jerusalén (finalización del puente sobre la Avenida Jerusalén y construcción de todas las rampas que lo conforman) y la canalización de la quebrada Suncita. Esta sección tiene una longitud de 0.74 kilómetros con tres carriles de circulación por sentido y un ancho de 3.65 metros cada uno.
El Tramo II-B, al igual que el II-A, se subdivide en dos secciones III y IV. La III inicia al final del tramo II-A, después de la intersección de la Avenida Jerusalén, hasta la Alameda Manuel Enrique Araujo en la salida del puente Número cinco, con una longitud de 0.931 kilómetros. La Sección IV inicia en la salida de la rampa de acceso al puente No. 5 sobre la Alameda Manuel Enrique Araujo y finaliza en el retorno frente a la Universidad Centroamericana Jose Simeón Cañas (UCA) e incluye el puente sobre la Carretera Panamericana conocido como puente No. 6. Este tramo de autopista tiene una longitud aproximada de 1.038 kilómetros con tres carriles de circulación por sentido y un ancho de 3.65 metros cada uno.
Esta carretera se construye con innovadores componentes, como es un Pacto de Integridad entre ambas partes que ya fue suscrito, para que exista un compromiso real para que la obra sea concluida en el tiempo establecido contractualmente y la no generación de conflictos que pongan en riesgo su feliz término. Además los procesos de esta obra serán estrictamente auditada por el Observatorio Ciudadano de la Obra Pública.
Este proyecto en su totalidad es de 3.9 kilómetros consiste en la finalización del proceso de construcción del Boulevard Diego de Holguín, Santa Tecla Tramo II.